Les meilleurs vins alentejo 

Denominación Alentejo – Vinos portugueses

Alentejo, región de producción de vinos tintos y blancos. Vinos tintos con denominación Alentejo:

Se trata de vinos con cuerpo, ricos en taninos, con aromas predominantes de frutos rojos o negros. Para degustar con carnes rojas con salsa o asadas.

Vinos blancos con denominación Alentejo:

se trata de vinos flexibles, con aromas a flores, frutos tropicales y notas minerales. Para acompañar pescados con salsa, carnes blancas o quesos secos.

La región de Alentejo

Alentejo es la mayor región vitícola portuguesa y abarca el centro y el sur del país. Se divide en dos provincias: El Alto Alentejo, cuya capital es Évora, ciudad clasificada como Patrimonio Mundial de la Humanidad, y el Bajo Alentejo, cuya capital es Beja. Es región mayormente plana solo presenta tres promontorios: la Sierra de San Mamede, cerca de España, la Sierra de Ossa, al norte de Redondo, y la Sierra del Mendro, al norte de Vidigueira. Está atravesada por tres ríos, el Guadiana, el Mira y el Sado. Su clima es mediterráneo, con inviernos suaves y veranos muy calurosos, lo cual favorece la maduración sana de la uva. Debido a su tamaño, la región le da prioridad a las grandes fincas y, por lo tanto, a los grandes productores de vino, distribuidos en las tres subregiones de Portalegre, Borba, Évora, Redondo, Reguengos, Granja Amareleja, Vidigueira y Moura.

Cepas características de Alentejo

Las principales cepas utilizadas para la producción de vinos tintos son Trincadeira, Aragonez, Castelão y Alicante Bouschet. Para la producción de vinos blancos, las cepas utilizadas son Arinto, Antão Vaz y Roupeiro.

Historia de los vinos de Alentejo

La presencia de viñedos en Alentejo se remonta al periodo prerromano, con vestigios relacionados con la producción de vinos y su comercialización que datan de épocas tan lejanas como las de los fenicios, los griegos y los tartesios. Cuando los romanos llegaron a Portugal, se encontraron con una sólida producción de vinos, que luego desarrollaron significativamente. Dejaron una herencia vitícola que persiste hasta nuestros días, como la vinificación en ánforas de arcilla. La llegada de los árabes detuvo el avance de este cultivo y lo redujo, permaneciendo estable hasta que las fronteras de la región se estabilizaron. Se observa un recrudecimiento del cultivo de la vid y de la producción de vino alrededor del siglo XVI, en ese entonces dominado por las órdenes religiosas propietarias de esta región.

Alentejo y su gastronomía

Con una gastronomía muy rica a base de cerdo, cordero y carne, Alentejo se reencuentra con sus raíces árabes a través del uso de hierbas ricas y sabrosas en sus especias. La charcutería a base de cerdo negro también es rica, al igual que la producción de quesos de oveja, especialmente los de la región de Serpa, una de los tres más prestigiosos de Portugal. Los postres de Alentejo a base de huevos, que dan testimonio de la presencia de conventos en la región, merecen un sobresaliente. No se pierda el “fidalgo” de Évora, la “barriga de freiras”, los “papos de anjo”, la “encharcada”, los quesos con huevo y almendras, los “beijos da freira”, entre muchos otros postres de la región.

Turismo en Alentejo

Todo turista debe obligatoriamente visitar Évora, ciudad clasificada como Patrimonio Mundial de la Humanidad, y pasear a pie por la ciudad antigua para conocer el templo romano de Diana, la antigua catedral, las numerosas iglesias, la Capilla de los huesos, el palacio de Cadaval, la fundación Eugénio de Almeida y, por supuesto, en el centro de la ciudad, la plaza de Giraldo. Si el tiempo lo permite, también debe visitar Estremoz y su castillo, Borba, Portalegre, Vila Viçosa y su palacio Ducal, Redondo, Monsaraz, Beja, Vidigueira, Serpa y Moura, donde descubrirá los diferentes estilos y regiones que hacen que esta región sea una de las más ricas de Portugal.